
Ahora y siempre es importante como marca ser el dueño de tu propia imagen.
Y seguro que estaréis pensando: «Desde luego que soy dueño de mi imagen, que tengo un logo, unas redes sociales y los clientes saben como me llamo«.
Todo bonito, ¿Verdad?
¿Pero qué ha sucedido cuando ha venido una crisis como la de la pandemia? ¿Qué ha ocurrido cuando viene un Cisne Negro a tu ámbito profesional?
Que eso que pensabas que eras dueño de tu imagen, que tenías una fuerte imagen ante los demás y tu competencia, que te visualizaban con unos valores determinados y muchas cosas más…. se va a la mierda.
Tu imagen estaba basada en unas estadísticas, en unas preguntas y respuestas, en un tiempo determinado…pero no te decían cuáles eran tus puntos débiles, hacia cuanto no innovabas o cuántos clientes se habían marchado de tu lado porqué aburrías ya…
Una causa de que no eres dueño de tu imagen y dependes de los vaivenes de los demás lo veía esta mañana en redes sociales.
Se agradece cuando te comparten un artículo porqué les ha gustado por diversos motivos. Y desde aquí gracias. Pero te fijas en otras personas que se dedican a compartir artículos de otros profesionales y a la hora de compartir ponen a veces un enunciado mucho más grande que el artículo que han compartido.
¿Qué nos está diciendo una situación asi?
.- No aporta valor por si mismo. Depende de lo que hagan los demás para él ofrecer contenido
.- Quiere hacer la pelota al profesional del artículo mostrándole que él también sabe de lo que está hablando. Cuando realmente poco aportara de valor más allá de lo que ya haya dicho el profesional en el articulo.
.- Que vendrá una nueva «ola» y acabará hablando de otra cosa, preguntándonos con el paso del tiempo a qué se dedicaba.
Lo vemos en redes sociales pero también en cualquier ámbito profesional.
Pensamos que tenemos una imagen definida ( más bien es ego que otra cosa) , que nos tienen totalmente localizados, que saben lo que hacemos, que para eso nos hemos gastado el dinero en anuncios de Google o Instagram…
Lo único que hemos hecho ha sido perdernos en las tendencias, en vientos de sirena y no hacer el trabajo más importante que una persona o profesional tiene que hacer, que es responderse a esta pregunta:
¿QUIÉNES SOMOS?
Nuestra imagen son nuestras acciones y no acciones
…es nuestra coherencia
…es nuestra curiosidad
…es nuestra cultura empresarial.
….es nuestra escucha propia, a los clientes, trabajadores y proveedores.
…. es reconocer nuestros fallos y el aprender de ellos.
… son nuestros valores.
… es nuestra creatividad original.
… es nuestra innovación
Como estamos viendo, nuestra imagen son muchas más cosas, que solamente publicaciones en redes sociales o una foto…
Nuestra imagen es la suma de todas las acciones que realizamos durante el día, pero también las que no hacemos, no lo olvides.
¿Y cuándo somos dueños de nuestra imagen a pesar de las circunstancias?
Cuando digan lo que digan, pase lo que pase, no se ve afectada sino que a veces , se vea aumentada, porqué:
.- Has sido tú a pesar de las circunstancias
.- Porqué el cliente sabe de antemano qué tiene enfrente de él.
.- Porqué el paso del tiempo ha ido demostrando que tu filosofía no era un «vendehumo» sino de verdad y luchabas contra viento y marea, pasase lo que pasase
Somos dueño de nuestra imagen, cuando el otro sabe quienes somos, nuestra autenticidad, originalidad, en definitiva, que somos de verdad.
Si seguimos lo que dicen los demás o las tendencias que nos dicen que debemos seguir, los demás serán dueños de nuestra imagen, NUNCA NOSOTROS.