Cada día estamos perdiendo más poder adquisitivo.
La inflación sube. Los precios están desorbitados y las materias primas imposibles.
La gente se da cuenta que por el mismo precio de antes, ahora compra la mitad.
Ante esta situación, las empresas empiezan a tomar medidas.
Ya no se contrata personal y el que hay se despide. Las empresas que idolatrábamos como punteras y creativas, lo primero que hacen es despedir a un porcentaje importante de su masa salarial. Dónde dije que la creatividad era importante, ahora digo que es la rentabilidad ante todo.
Ante esta situación, tenemos que cambiar nuestra mentalidad.
Los hábitos de los clientes están cambiando.
Dónde antes compraban dos, ahora uno y a veces ni eso.
Dónde no preguntaba el precio, ahora te preguntan si hay algún descuento.
Y dónde solo quería la mejor calidad, ahora se ajusta al presupuesto que tiene.
¿Qué hacer?
La guerra por el precio, la acabaremos perdiendo como bien sabemos.
Tirar el precio, es despreciar nuestra calidad, nuestros valores, nuestra experiencia. Y además siempre va a haber alguien que lo haga más barato que nosotros.
Opción desechada.
¿Otra opción?
Mismo precio , calidad menor.
Lo vemos día tras día en los medios de comunicación mostrando cómo lo hacen suministradores de productos. Mismo recipiente, menor cantidad.
Lo único que produce a la larga, es que ese cliente que se ha dado ya no apueste mas por nuestro producto, se ha sentido engañado.
¿Qué hacer?
1.- ¿Qué nos da la rentabilidad?
En estos momentos de nerviosismo, disparamos a todo lo que se mueva. Hacemos promociones, hacemos descuentos y lo que sea, para llegar al presupuesto mensual. Pero ahí está el problema, pensar que el presupuesto es la meta a alcanzar. La meta a alcanzar, no es producir por producir pensando que el cliente nos comprará más, si lo que le pasa es que cada vez tiene menos dinero. Por lo tanto, estudia dónde lo invierte, en qué lo invertiría con el presupuesto que tiene y qué os hace más rentables. Centra el foco
2.- Creatividad.
Aunque deberías haber desarrollado la creatividad mucho antes, ahora es hora de implementarla. Pero no solo a la hora de vender, sino en todos los rincones de la empresa. Cuando inyectes creatividad, las ideas desarrollarán otras formas de desarrollo dentro de la empresa y fuera. No solo se trata de vender para subsistir, sino también dentro de la empresa hay oportunidades para sobresalir.
¿Y por qué no la creatividad nos puede decir que es hora de abrir otros campos? Es hora de escuchar las ideas locas que habíamos desechado o guardado dentro del cajón.
Es hora que des uso al talento que has contratado y al que tienes.
3.- Cliente.
No te olvides el cliente tiene cada vez menos dinero. No se trata de venderle hasta que caiga rendido, cuando lo único que hará es mandarnos a la mierda. Tenemos que fidelizarlo. No solo hacerle participe de nuestra filosofía a través de la venta porqué sino pensará que lo queremos para vender y hasta el próximo mes. Ponlo en el centro de tus decisiones, en el futuro de la empresa. Sin él, no serás nadie en el presente y mucho menos en el futuro.
La gente cada vez tiene menos poder adquisitivo, las ideas de siempre ya no valen, el producir por producir se tiene que acabar.
¿Qué hacer?
PON EN MARCHA TU CREATIVIDAD, ya no solo dentro de la empresa sino también fuera.
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