
A día de hoy todo es Eco, Bio, relacionado con la economía circular o con el Green Code.
De un día para otro, todo tiene que tener esta etiqueta. Si no la tiene, date por muerto. Y aunque tu producto no tenga nada que ver, ponla. ¿Por qué? Porqué es la moda, lo que se lleva.
A día de hoy, todo debe ser sostenible. Si tu producto o servicio no lo es, ya creemos que nuestro futuro será negro.
Desde luego que hay que cuidar el medio ambiente, pero no ahora, desde siempre.
¿Y las ideas deben ser sostenibles? ¿Y la creatividad?
Es una pregunta que últimamente me hago y quiero dejar mis reflexiones:
No creo en la palabra sostenible y si en la palabra equilibrio.
Al igual que comentaba que eficacia y creatividad en algunos momentos no casaban ya que podíamos perder oportunidades en ese momento o a largo plazo por poner limites, por lo tanto creo más en la palabra equilibrio que sostenible.
Por volvernos locos con lo sostenible podemos estar perdiendo oportunidades. Cuando calificas una idea como equilibrada, sabes que lo que has invertido por un lado, lo has podido reducir por otro y que no influirá esa reducción en el poder de la idea.
Cuando pensamos en una idea sostenible estamos pensando más en las tendencias que hay a nuestro alrededor y el poder que pueda tener que le pongamos esa etiqueta, que realmente el impacto pueda tener.
Porqué algo es sostenible es la consecuencia, no el fin.
Por lo tanto, desarrolla ideas, equilíbralas a la hora de su desarrollo y ello hará que sean sostenibles para un futuro. ¿Qué de eso se trata, no? ¿O por qué tengan la etiqueta de eco, ya tendrán un éxito asegurado antes de su lanzamiento?