
Hoy dentro de la sección de «Mentes Creativas» es un autentico placer presentar a Daniel Innerarity.
Hablamos sin parar pero ¿reflexionamos sobre lo que hablamos?
Hablamos de creatividad, de innovación, de marcas y de inteligencia artificial…Llenamos los medios de comunicación de palabras que no sabemos su significado y no reflexionamos sobre ello y su poder en las empresas y la sociedad.
Daniel es es catedrático de filosofía política y social, investigador IKERBASQUE en la Universidad del País Vasco y director del Instituto de Gobernanza Democrática. Es titular de la Cátedra Inteligencia Artificial y Democracia del Instituto Universitario Europeo en Florencia. Colaborador en medios de comunicación, conferenciante y autor de diversos libros, teniendo por título «La sociedad del desconocimiento«, su último libro.
Con el propósito de reflexionar sobre la creatividad, nació esta conversación. Espero que os haga pararos y ver lo que no queremos ver, cómo me lo hizo a mí.
Podéis conocer el trabajo de Daniel a través de su Web, en Twitter y Linkedin
Para quien no lo conociera, quería que Daniel se presentarse: «Un filósofo, es decir, alguien que se pasa todo el día dando explicaciones de lo que hace. Administrativamente soy catedrático de filosofía política, investigador Ikerbasque en la Universidad del País Vasco y titular de la cátedra Inteligencia Artificial y Democracia en el Instituto Europeo de Florencia«
Hablamos una y otra vez de la agilidad a la hora de tomar decisiones empresariales pero cada vez hay más herramientas para recoger datos, ¿ Existirá algún día esa agilidad que tanto se desea? «Informarse y decidir son dos cosas muy distintas, que se necesitan mutuamente pero que no suelen llevarse demasiado bien. En no pocas ocasiones se supera un determinado umbral a partir del cual la obtención de datos dificulta la toma de decisiones. Nos informamos en lugar de decidir. Hay una mitología en el actual universo de los datos que consiste en dar por sentada la posibilidad de obtener toda la información acerca de un asunto (a través de las tecnologías del Big Data), de tal manera que ya no haya que decidir o que la decisión se imponga por sí misma. Para los temas en los que esto sea posible ya no podríamos hablar de un arte de la decisión sino de una automatización de las decisiones. Decidir implica siempre asumir el riesgo de hacerlo con una información incompleta«
Quería saber cuál era su concepto de creatividad y cómo se llevaba con ella: «La creatividad es, por definición, un fenómeno aislado, ocasional y extraño. Lo usual es que nos movamos entre rutinas, automatismos y lugares comunes. Sería insoportable una vida que nos exigiera dar una respuesta creativa a todas las situaciones en las que nos encontremos. Tan insoportable como si no fuéramos capaces de responder a algunas de ellas con originalidad o fuera del repertorio disponible«
¿Por qué somos un país tan creativo y a la vez tenemos miedo a las personas que crean? ¿Por qué unos piensan y a otros les gustaría pensar? «Prefiero pensar que la creatividad se dice de muchas maneras, que no es algo exclusivo de una élite de genios, y que en todas las profesiones hay algo de creatividad y pensamiento, desde tirar una caña hasta componer una sinfonía«
¿Qué consideras que es una Mente Creativa? «Una mente que prefiere los problemas a las soluciones o que, enfrentada a un problema, se plantea si están bien planteados los términos del problema«
Nos encantan los métodos. Pero siempre he creído que no hay un método especifico para innovar como nos hacen creer. ¿Qué opinas tú? «En buena medida el discurso de la innovación se nos ha convertido en un discurso lleno de clichés, todos innovamos de la misma manera, y al final se resuelve todo en indicadores y brenchmarking«
Todo profesional, comete un pecado ¿por querer saber de todo o por solo especializarse en lo que le gusta? «Un personaje de Al este del Edén, de John Steinbeck, aseguraba que ya no habría más filósofos universales porque el fardo de los conocimientos es demasiado grande para una sola mente. “Acaso un especialista no sea más que un cobarde”. ¿Cómo nos protegemos del miedo, en este caso del miedo a la ignorancia cuando el mundo se ensancha y fragmenta? No hay otra solución que fortalecer aquellos procedimientos e instituciones (como la ciencia, la confianza o la autoridad reconocida) que nos permiten beneficiarnos del saber de otros. Y entre esos cobardes debe de haber al menos algún temerario que trate de entender cómo se conecta todo ello y si hay algún sentido reconocible en esas relaciones. La filosofía es la fontanería que se encarga de vincular los saberes dispersos«
¿Qué importancia debería tener en una empresa la duda y la intuición? «Llevo tiempo estudiando qué aspectos de la decisión podemos delegar en los algoritmos y cuáles son propios de los seres humanos. Mi conclusión hasta el momento es que las máquinas y los humanos decidimos de una manera muy diferente, estamos especialmente dotados para un tipo de situaciones y somos muy torpes en otras. Los algoritmos funcionan con una lógica 0/1 que es lo más opuesto a la ambigüedad. Cuando los algoritmos trabajan con categorías de verosimilitud terminan rindiéndose a respuestas binarias, pues solo ellas son computarizables de acuerdo con categorías objetivas. Todo lo que sea borroso, indefinido, no formalizable o impreciso tiene un difícil tratamiento en la lógica binaria. Comparados con las máquinas, los humanos razonamos y decidimos de manera increíblemente certera en medio de situaciones de ambigüedad, confusión e incertidumbre».
Una duda que siempre he tenido es ¿Por qué hablamos siempre de liderazgo y tenemos los lideres que tenemos? ¿Es que no aprendemos? ¿Deberíamos introducir más la filosofía en el mundo empresarial? «Nunca me ha gustado esa contraposición entre líderes y liderados, según la cual unos serían mucho mejores que los otros, la sabia multitud que no tiene quien le dirija bien o la élite competente a la que no se obedece como debiera. Aquel cuento de Brecht en el que un gobierno, decepcionado con su pueblo, delibera acerca de cómo disolverlo y elegir otro es muy similar a la queja habitual de que el pueblo sano carece de una dirigencia a su altura«
¿Estamos mercantilizando valores como la sostenibilidad o la consecución de títulos, como el mejor sitio para trabajar 2023? «Tengo la impresión de que en la sociedad del conocimiento precisamente lo que no tiene ningún valor propio es el conocimiento, en la medida en que el saber es definido de acuerdo con criterios, expectativas, aplicaciones y valoraciones externas. No estamos hablando tanto de formación como de un tipo de saber que es tratado como una materia prima y que convierte a los estudiantes en algo disponible para el mercado de trabajo. El saber y la formación no son ningún fin en sí, sino un medio para los mercados emergentes, la cualificación de los puestos de trabajo, la movilidad de los servicios y el crecimiento de la economía. No es extraño que el lenguaje de los valores inmateriales adopte la forma del capital: como capital humano, social o relacional. Toda capacidad humana se convierte en una capacidad de la que se puede hacer un balance. De ahí la dificultad a la que se enfrentan aquellas materias en las que se ejercita una forma de pensamiento que no tiene relación inmediata con una praxis, como las lenguas clásicas, las matemáticas, el arte, la música, la filosofía… Domina el modelo de la empleabilidad y la competitividad. Como nos advierten reiteradamente, en un mundo que cambia velozmente, en el que se modifican las competencias, habilidades y contenidos exigidos, la “falta de formación” (lo dicen con otras palabras, pero es esto) se convierte en una virtud que permite al sujeto, con flexibilidad, rapidez y sin cargas, ponerse a disposición de las exigencias del mercado«
Hablamos de Metaversos, de una nueva forma de vender, de una nueva realidad…y mientras tanto no hemos solucionado nuestros problemas en la vida real…¿Una nueva forma de evadirnos de nosotros mismos? «Los seres humanos no sabemos enfrentarnos a la realidad más que generando otro mundo de artificiosidad (el lenguaje, el derecho, la representación), después de lo cual nos surge la sospecha de que hay demasiada arbitrariedad y debemos recuperar una inmediatez perdida, para llegar a un tercer momento en el que surgen disputas interminables acerca de qué hay de naturaleza y de cultura, de originario y prescindible en todo ello«
¿Qué te inspira en estos momentos? «Siempre he pensado que lo mejor es «leer al enemigo». Con esto quiero decir que las ideas mejores nos llegan de disciplinas alejadas de la nuestra, a veces incluso de planteamientos que distan tanto de nuestro punto de vista y someten nuestras convicciones a una especie de test de estrés. No hay pensamiento sin contraste, sin transacción con el adversario e incluso algún tipo de derrota. Celebramos lo nuevo y nos olvidamos de que si hay algo nuevo es porque algo se ha convertido en viejo gracias a eso nuevo. Preparemos cuidadosamente nuestro próximo error, como decía Bohr, es decir, trabajemos para que lo que pensamos caduque lo antes posible«
¿Qué debemos hacer cuando tenemos una idea? «Probarla con la realidad, es decir, con los otros, especialmente con aquellos que podrían contradecirla. Si sobrevive a la prueba, no es una mala idea.«