
¿Por qué una de las claves que determinan que una empresa, sociedad o país salga más rapido de una crisis es el liderazgo?
Porqué cuando todo «va bien», las cuentas dan resultados positivos y no hay «sorpresas» que rompan el día a día, no hay liderazgo, solo se pone en marcha el modo «automatico» y se cree saber que nada alterará el devenir de la empresa.
¿Pero que ocurre cuando viene un imprevisto y pone todo patas arriba?
Que el liderazgo demuestra que hasta la fecha hemos estado liderados por personas mediocres o excelentes que nos sacarán de una manera diferente y más fuertes, de dónde nos hemos metido.
No se es líder para llegar a la cumbre. Se es líder durante todo el viaje.
Pero como todo viaje, hay que llevar una maleta consigo.
Unos dicen que hay que llevarla vacía, para llenarla de experiencias, para incluir cosas que no pensábamos llevar de antemano. Otros dirán que hay llenarla llena de habilidades, de títulos, por si surgen imprevistos y demostrar que somos el «titulo» que nos han otorgado por contrato.
Ni estoy por llevar la maleta vacía ni tampoco este a rebosar, que lo único que hace es entorpecer tu camino y nunca ser flexible. Es decir, te acabarás convirtiendo en aquellos que siempre hablan según las frases del «gurú» de turno o en nombre de la Universidad dónde ha estudiado.
¿Pero de qué está formado un líder?
De las 4 partes que comenta Josep-Maria Gascón en su libro «El viaje. Los cuatro ejes del liderazgo para llegar a la cumbre»:
.- Consciencia
.- Emociones
.- Relaciones.
.- Acción.
Un líder ( algo que serán los demás quienes lo etiqueten así por muchos títulos que tengas o cargo en el organigrama, no lo olvides ) es una persona reflexiva. Es decir ante los objetivos ambicioso que quiere conseguir, sabe que antes de dar un paso adelante, hay que reflexionar, hay que ver la situación y saber que todo aquello que no aporte, antes, habrá que apartarlo.
¿Cuántas veces hemos visto lideres que sabíamos que no habían reflexionado cuando han mostrado la solución que querían implementar? ¿Cuántas veces hemos visto jefes que tienen miedo a los objetivos ambiciosos y solo quiere salvar su culo lo más rapido posible?
Antes de nada, seamos conscientes de lo que vamos a hacer.
El liderazgo se basa en las relaciones. Y no estoy hablando en los «amigos» dejando a un lado a todos aquellos que no piensen como nosotros, sino en relacionarse con todas las personas. ¿Seremos más fuertes dejando a un lado las personas que no piensen como nosotros? La actualidad ya está demostrando que NO.
El liderazgo es un servicio a los demás, no se trata de servirse a uno mismo. Se trata de personas, no de salvar tu puesto en el Consejo de Administración.
Hasta la echa y eso es lo que nos ha llevado hasta dónde estamos, habrá sido la mediocridad lo que habrá abundado en la empresa. Si queremos salir más fuertes, hay que impulsar la excelencia. Pero no solo impulsarla, sino exigirla. Porqué el ser humano, una vez conseguidos la meta, se duerme. Ya no quiere esforzarse y la excelencia, es un estilo de liderazgo constante, que da resultados en los malos momentos cuando en los buenos, hemos impulsado esa excelencia.
Hay que crear un compromiso. Porqué sin él, no habrá excelencia, creatividad ni tampoco se avanzara. Pero antes de exigir ese compromiso, hay que escuchar a las personas y respetar los tiempos. No por mucho correr llegaremos antes.
Un lider es emocion. Cada día nos damos más cuenta, ( ya era hora ) que las personas no son simples números, sino personas con emociones que también hay que tener en cuenta a la hora de liderar. Cuando tenemos en cuenta eso, pasamos del gestionar al liderar.
Más que nunca nos estamos dando cuenta que somos más vulnerables de lo que nos habíamos creído. Ha sido la bofetada de la incertidumbre, la que nos ha demostrado que estamos hecho de emociones que hasta la fecha desconocíamos. Y más que nunca, si queremos salir adelante, hay que hacer equipo.
Equipo no se hace imponiendo más miedo y normas, sino encontrando soluciones, escuchando a los que piensan diferente a nosotros pero sobre todo respaldando siempre al equipo. Y cuando eso ocurre, no olvides de celebrar que sois un equipo.
¿Pero qué sería un líder sin acción?
Un líder no solo reacciona a las oportunidades, sino que también tiene que anticiparse a ella. Recuerda que un líder no tiene que esperar a las modas del momento, tiene que ser quien cree las tendencias para que la competencia nos siga.
Cuando haces eso, eres un líder que no se conforma con resolver el tema y ya esta, sino que apuestas por la mejora continua y nunca dejar de perseverar.
Hablamos del futuro, de la necesidad de la innovación. Pero yo añadiría antes, que estamos faltas de lideres que tengan el foco en crear el futuro y no esperar a encontrarse con él durante el viaje.
El liderazgo es un viaje constante, no lo olvides, que tiene salida pero no llegada.