
En una situación tan caótica como estamos viviendo, necesitamos hacer cosas que hasta la fecha no nos habíamos atrevido a hacer ni imaginado que haríamos.
Y uno de esas cosas son los perfiles profesionales.
Me acuerdo una conversación que tuve con un orientador laboral que me dijo: «Con que te aprendas los conocimientos que te demos, ya tendrás el futuro asegurado». Y es lo que hacíamos aprendernos la lección y ya está. Ya no había que pensar más, solo repetir, aplicar y esperar la nómina a final de mes.
Y es lo que hacían las empresas a la hora de contratar a la gente. Un buen currículo, algo de experiencia y ya se suponía que nos ayudaría en la empresa. No había que pensar más, 1+1, daría 2.
A día de hoy todas estas historias del «abuelo» David han pasado a la historia.
Yo no tengo conocimientos de contabilidad o de nóminas, sino también de creatividad, innovación branding, liderazgo y todo lo que caiga en mi mano que sienta que me pueda ayudar en mi día a día personal y profesional.
Las empresas, la sociedad ya no necesitan solamente unos talentos determinados, sino requieren unos talentos diversos y con un pensamiento divergente en relación a lo que abunda en la actualidad, la mediocridad, el miedo y la falta de coraje.
Si queremos avanzar desde luego que hay que romper límites y sin un cambio de actitud, de normas, de visión,….de todo, no vamos a ningún lado.
Podemos hablar y llenar las redes sociales con la importancia de «pensar fuera de la caja», pero si luego los Departamentos de Recursos humanos solo quieren personas con unas determinadas características para un puesto, en el que no tenga más conocimientos que los imprescindibles, que no sea creativo, que no los defectos que tenemos y nos los muestre…Podemos hablar de lo que queramos, pero sin un cambio de actitud DE VERDAD, no iremos a ningún lado.
Claro que queremos cambiar, claro que queremos ser diferentes, claro que queremos ser punteros…pero haciendo lo mismo de siempre que es lo único que conocemos y que creemos que se nos da bien. Esa es la actitud de muchas empresas y jefes, que no líderes. Es la filosofía «No pienso hacer nada pero estoy contigo que hay que cambiar».
No queremos aceptar la realidad, que los tiempos están cambiando continuamente y que los que no pisen la incertidumbre y el caos con creatividad, coraje y de actitud, acabarán cayendo por el precipicio de la mediocridad, el miedo y las normas estrictas.
SI en el fondo todo es sentido común y lo sabemos. Como dicen nuestros padres, es de «cajón». Pero todos los días llenamos artículos, conferencias y congresos repitiendo una y otra vez lo mismo ¿Pero qué acabamos haciendo? Nada. Y todo porqué creemos que todo pasará y a nosotros no nos tocará hacer ningún cambio.
De pequeños éramos rebeldes que hacíamos caso omiso a nuestros padres y profesores. De mayores somos las personas más dóciles y como elefantes, aunque no estemos atados, no nos movemos porqué creemos que si lo hacemos, las consecuencias caerán sobre nuestra cabeza. Pero eso sí, gritamos en conferencias, viva la creatividad y viva la innovación.
No se trata de acabar con 200 años de Management en el que cuando entras en una empresa estarás encerrado en dicho organigrama para siempre. Se trata de hacer ver con resultados, con experiencias, mostrarles que cada uno de sus trabajadores son creativos, con talentos que ocultan por miedo al qué dirán o con talentos que nosotros podemos desarrollar. Pero sobre todo es talento a nuestra disposición que estamos desaprovechando porqué creemos que un contable es un contable y un director de marketing nunca puede ser mejor contable que el que está ahora mismo realizando dicho trabajo.
Una empresa no es un departamento estanco como el barco del Titanic, en el que los de la sección más baja nunca podrán acceder a los camarotes de primera categoria. Y lo vemos en la película, cuando vienen mal dadas, los de primera categoria salen corriendo y lo de 3 categoria son los que salvan y ayudan mucho más que los que supondría que tendrían que hacerlo.
Pero no es solamente en los momentos críticos y como ultima solución, debemos permitir que salga el talento de las personas, sino que tiene que ser siempre cuando debamos impulsarlo. Porque la creatividad de las personas, no se debe permitir en un momento, sino fomentar continuamente. Pero seguimos creyendo que cuanta más burocracia tengamos, más controladas a las personas, más miedo produciremos a los demás y mejor nos irá.
¡Qué confundidos estamos!.
El polímata (persona que alcanza la excelencia en varias áreas del conocimiento) no es una persona atractiva a las personas. Bueno para exprimirlo y que haga el trabajo de 5 con un solo sueldo, quizá sí. Pero no es una persona que atractiva, porque es una persona que su conocimiento le ayuda a saber lo que está bien y lo que no, a cómo están yendo las tendencias y qué puede ocurrir. Y si esa empresa lo ha contratado para ahorrarse un dinero y no para remover los cimientos de la empresa, su tiempo en la empresa, será muy corto.
Por lo tanto, lo repetiré una y otra vez, LA CREATIVIDAD NO ES UNA HERRAMIENTA DE SUBSISTENCIA QUE DA RESULTADOS PARA ANTES DE AYER. ES UNA FORMA LIDERAR, DE INSPIRAR, DE MOTIVAR, QUE SI NO SE CREE EN ELLA, NUNCA DARÁ RESULTADOS A LARGO PLAZO.
El ser humano es un ser polímata por naturaleza. Otra cosa es que lo acepte. ¿O es que nadie le ha sorprendido alguna vez algún amigo que trabajaba de una cosa pero tenía una pasión por otra actividad que hacía igual de bien que su trabajo? Todos somos polímatas que en algún momento hemos puesto en acción talentos que teníamos escondidos o desconocidos .
Unos no sabíamos que sabíamos hacer mascarillas, que podíamos correr más cuando un toro nos perseguía o que éramos capaces de hacer una tarta de chocolate cuando nunca habíamos entrado en una cocina.
Todos somos y hemos descubierto en primera persona que lo éramos.
No hace falta que diga que tiempos estamos viviendo y los que vendrán, dónde la incertidumbre, el caos son y estarán presentes. Momentos en los que no hay que saber de una cosa, sino de muchas:
.- Porqué tu radio de acción profesional ha innovado y tienes que aprender más de lo que creías que ya sabías.
.- Porque la edad de jubilación ya no será la añorada cifra de 65 años, porqué todo será digital…
.- Porqué la sociedad es global y no eres mejor porqué solo sabes de una cosa si te olvidas de otras muchas que la gente está más interesada y preocupada.
Por muchas razones tenemos y debemos ser polímatas pero sobre todo porqué así sabremos solucionar mejor los problemas de nuestros clientes y con ellos los de la sociedad.
Pero por mucho que sepamos las cosas, si las organizaciones quieren cambiar…poco podremos hacer. Pero cambiar porqué creen en el cambio, por qué creen en la creatividad, en el talento, en la persona, en una cultura empresarial del valor a través de la diferenciación y el talento, en un liderazgo humanista que apueste por la realidad poliédrica del ser humano y no por lo que dice su CV. Optemos por empresas, proyectos que quieran cambiar o nazcan con la visión de apostar por la persona y su creatividad y no que quieran cambiar por necesidad y luego ya veremos, no lo olvides.
Polimatía siempre, es la clave de la clase creativa. Y la clave del desarrollo e innovación. Pero si no creemos en ello de verdad, en la capacidad del ser humano, en las buenas y en las malas……poco podremos hacer.