Nos cansamos de hablar, de llenar folios y folios o de conferencias sobre la propuesta de valor.
Esa propuesta qué nos hará diferente ante los demás. Aquella propuesta que simplemente viéndola sabremos que vendrán a por nosotros, aunque les demos lo mismo que le den los demás.
Buscamos esa propuesta que nos haga diferentes, aunque nosotros ya sabemos que lo somos, porque así nos lo creemos.
Y como queremos que vean en nosotros un valor que nos diferencia de los demás, hacemos lo que haya que hacer.
Compramos seguidores en Instagram, acudimos a cursos que nos van a dar la formula secreta del éxito y ponemos en nuestro perfil de Instagram, no nuestro nombre sino a lo que nos dedicamos.
No somos nuestro nombre, ya somos nuestra profesión.
Y ¿Qué acaba ocurriendo en la mayoría de la situaciones?
Que nos preguntamos porqué no se dan cuenta los demás del valor que podemos ofrecerles, porqué no estamos facturando lo que el «gurú» nos dijo que haríamos tras acudir a su curso. Por no hablar de aquellas personas que nos decían que tras escribir en un blog, seguro que tendríamos clientes esperándonos a la puerta de la oficina por nuestro servicio.
¿Qué ocurre?
QUE EL VALOR HAY QUE SUDARLO, NO SE FABRICA DE FORMA ARTIFICIAL.
Como he dicho muchas veces la visibilidad es consecuencia de los actos que realizas. Pero es trabajo de los demás que te la den, NO QUE LA COMPRES TÚ.
Y al tener muchos seguidores en Instagram, escribir en muchos medios de comunicación o verlo en muchos escenarios, ya creemos que tenemos la visibilidad que queríamos y los demás piensan que ya somos «expertos». Ya pensamos que nos podemos echar a dormir , porqué el éxito ya está entre nosotros.
Y aquí estamos cometiendo un grave error:
TENER VISIBILIDAD NO QUIERE DECIR QUE TENGAMOS YA EL VALOR QUE CREEMOS TENER.
El valor se suda no en un escenario, no en un artículo, no con un REELS o un video de Youtube…
EL VALOR SE DESARROLLA Y GANA TODOS LOS DÍAS:
.- Solucionando un problema cuando un cliente que te conocía por lo que decías acude a ti…
.- Demostrando que lo que decías, lo sabes hacer… Y no eres simplemente humo de una noche de verano.
Se desarrolla y se gana todos los días en definitiva con una acción:
SIENDO COHERENTE. DEMOSTRANDO QUE LO QUE DICES QUE SABES HACER O MUESTRAS.
¿Qué ocurrirá cuando demuestres a los demás que no eras lo que decías ser a pesar de tu visibilidad?
Que claro que pensarán que tendrás un valor, pero será MUY NEGATIVO.
Y eso si que será más pernicioso para tu visibilidad que de nuevo ponernos las mascarillas.
Te lo vuelvo a repetir y espero que si se te queda algo de este artículo es:
EL VALOR LO DETERMINAS CON TUS ACCIONES A DIARIO, CON TU COHERENCIA Y TU VERDAD, NO EN EVENTOS ESPECIALES Y SALTEADOS.
El valor hay que sudarlo pero todos los días, en el cara a cara, solucionando problemas, demostrando que somos lo que decimos ser, …..no solo encima de un escenario para embelesar a la gente mientras no se den cuenta que no somos lo que decimos ser.
Así que ponte una diadema para que no te moleste el pelo y a sudar el valor todos los días, porque el valor se suda en toda acción que hagas y no hagas, nunca se puede aparentar.
CHOCOLATE ROJO CONSULTING 